Lorena, Álvaro y Lúa

En primer lugar, todo lo que nos ha ayudado Leticia es imposible resumirlo en un texto.
Adoptamos a nuestra perrita Lúa con un año y sin experiencia previa con perros. El comienzo fue una época muy dura para todos, ya que Lúa tenía mucho estrés, apenas dormía, le tenía pánico a todos los ruidos, miedo a las personas...la pobre se bloqueaba por absolutamente todo.
Gracias a la vida, dimos con Leticia. Ella nos ayudó a los 3, a Lúa a fomentar la seguridad en sí misma y a nosotros a comprenderla a ella y su historia traumática. Lúa ha conseguido superar muchísimas cosas y actualmente no tiene nada que ver con aquella perrita muerta de miedo. Es una perra valiente, sensible, curiosa y cariñosa. Ahora somos felices como familia.
Leticia ha sido un grandísimo apoyo con su profesionalidad y empatía, tanto para la parte perruna como para la parte humana. Tanto es así que nos hemos animado a traer un miembro perruno más a la familia, Rumbo, decisión con la que estamos muy contentos.
En conclusión, contar con Leticia ha marcado un antes y un después en nuestras vidas, estaremos siempre agradecidos por contar con su apoyo.