Observar es Aprender

Cuando nos detenemos por un momento y nos damos cuenta de las cosas que suceden a nuestro alrededor, le damos sentido al entorno, a las personas y los coches, a todo lo que hace ruido y cosas que se mueven a diferentes velocidades en nuestra presencia, y los olores, y otros animales, y… El Mundo. Pero notamos esas cosas cuando estamos en el estado mental que le permite a nuestro cerebro ver, oír y oler... y procesar toda la información.


Los perros se activan por la visión. Este es el primer sentido que generalmente se activará. Algunos perros, como Ecko en las fotos, tienen mucha dificultad para manejar situaciones donde hay movimiento. Ni siquiera tiene que ser un movimiento rápido o mucho movimiento, algunos perros solo necesitan un poco de acc

ión para reaccionar. Cuando comprendemos que el sentido de la vista es lo primero, podemos comenzar a ver por qué sucede esto.

Pero también hay que tener en cuenta que algunos de estos perros que reaccionan al movimiento están sometidos, cada día, a mucho. Es una ecuación simple: si un evento es un detonante diario para a un perro (esto es cierto para muchos eventos, no solo el movimiento), el perro está pasando por mucho estrés y eso invariablemente tendrá un efecto en el comportamiento. Cuanto más sucede algo, más fuerte y rápida se vuelve la reacción.

Tener miedo es normal, es un mecanismo de supervivencia, necesario para que podamos protegernos de cosas peligrosas. Los animales no sobrevivirían en la naturaleza sin miedo. Esta forma de estrés es natural. El problema surge cuando sucede con demasiada frecuencia y durante demasiado tiempo, y el estrés se vuelve crónico.

Aprender observando puede ser una gran herramienta para nosotros y nuestros perros. Observar las cosas que les asustan y darle tiempo a nuestros perros para que las procesen es muy importante, pero la clave del éxito es la distancia. La observación debe hacerse siempre desde dentro de los límites de los perros. Si el perro está preocupado o reaccionando, ya hemos superado ese límite y el cerebro no estará en modo de aprendizaje.

Una excelente manera de lograr el estado adecuado para observar es practicar sesiones de calma durante nuestras caminatas diarias. De esta manera los perros aprenden a observar en paz. Lee más sobre ellas aquí:


Los cachorros y perros jóvenes verán muchas cosas nuevas todos los días. Son curiosos y quieren saber acerca de todas estas cosas novedosas. La curiosidad es alimento para el cerebro e incluso si se sienten un poco nerviosos, esta curiosidad a menudo se hará cargo y el perro aprenderá a sobrellevar la situación. Debemos ser muy conscientes de cuánto es suficiente para ellos. Después de todo, los cachorros solo llevan unos meses en este mundo y no se puede esperar que se comporten como los adultos o se enfrenten a las mismas situaciones de la misma manera. A medida que crezcan, necesitarán más desafíos y más aprendizaje sobre cosas nuevas, pero debemos asegurarnos de hacerlo en pequeñas dosis, para que tengan oportunidad de hacer frente y aprender. Necesitan tiempo para tomar decisiones.

Al observar sigamos una pautas:
  • Sin hablarle al perro Estamos permitiendo su plena concentración en lo que está sucediendo.
  • Sin tirones de correa, ya que esto solo introduciría tensión y preocuparía al perro. Una vez más, concentración total en la tarea en cuestión.
  • Sin premios. ¿Queremos que la atención del perro esté en lo que está observando o en la comida? Por supuesto, queremos que se concentre en observar. La comida está relacionada con la supervivencia y es muy difícil para un perro ignorarla o rechazarla. Cuando queramos que los perros aprendan observando es mejor evitar la comida.
Demos a nuestros
 perros la posibilidad de analizar, así aprenden.

Ecko and Alex Observing 3jpg

Ecko observa el entorno con la ayuda de Alex y su correa sonriente