No Sentir Dolor

Recientemente, mis compañeras de Smiling Leash y yo nos encontramos pensando y hablando sobre el dolor y los perros. Más específicamente, ¿qué es lo que nos hace pensar que nuestros perros están bien cuando no lo están?  Los seres humanos tendemos a bloquear los pensamientos negativos y, por supuesto, no queremos pensar que nuestros amigos puedan estar sufriendo. 

Todos hemos escuchado historias de perros que hacen deporte que se lesionan y se recuperan solo para volver a los eventos deportivos y volver a lesionarse. Esto se convierte en un ciclo sin fin. O los perros ancianos con artritis que llevan una vida tranquila pero dolorosa. O los cachorros que necesitan tiempo para crecer y desarrollarse plenamente, como cualquier ser que está creciendo. Si hacemos las cosas demasiado rápido o durante demasiado tiempo, corremos el riesgo de sufrir dolor.

No es fácil hablar de este tema. Y también es difícil saber cuándo nuestros perros tienen dolor. A menos que sea muy obvio, como una clara cojera, es posible que no entendamos las señales sutiles que nos puede dar un perro.

E incluso en estos casos en los que tenemos un perro cojeando, no debemos concentrarnos solo en reparar el daño rápidamente y hacer que nuestro perro vuelva a la normalidad. Esto suele ser una señal para investigar más a fondo, para descubrir el problema subyacente y aprender qué podemos cambiar para hacer la vida de nuestro perro más cómoda.

Entonces, ¿es que a los humanos no nos importa? Absolutamente no. Pero todavía no somos particularmente hábiles a la hora de leer a nuestros perros. Mejorar en eso no es difícil. Empieza a observar las señales de calma de tu perro. Una de cada vez. Dedica un tiempo a estudiar cada una de ellas de forma individual.

  • Una semana, por ejemplo, puedes observar solo el bostezo. ¿Cuándo bosteza tu perro? ¿Está siempre en las mismas situaciones? ¿Cuantas veces? ¿Son otros perros la causa? ¿Es cuando salta del sofá o baja las escaleras?
  • La semana siguiente a esto podrías estudiar, por ejemplo, sacudirse y volver a realizar el mismo proceso. ¿Tu perro está temblando justo antes de emprender una tarea difícil? ¿Quizás saltar sobre un arroyo? ¿O después de hacer sus necesidades?
  • La próxima semana podría ser lamerse el hocico. ¿Ocurre mientras que juega? ¿Quizás los perros jóvenes y mas juguetones son muy bruscos y tu perro no quiere involucrarse?
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Por supuesto, el uso de las señales de calma no siempre indica dolor, pero pueden ayudarte a comenzar a comprender la situación a grandes rasgos.

Todas estas señales de calma no son una coincidencia. Son un lenguaje corporal único y los perros las usan todo el tiempo para expresar cosas diferentes. A menudo, mostrarán señales de calma cuando se enfrenten a situaciones difíciles. Saber que van a sufrir dolor, o que no van a poder hacer lo que se les pide, es una de las situaciones mas difíciles con las que se puede enfrentar.

Sin embargo, las señales de calma no son el único signo de dolor. El estado de ánimo de tu perro puede cambiar, tal vez esté más gruñón y gruñe ante ciertas situaciones con las que estaba cómodo antes. Puedes notar que ahora evita saltar en el sofá o tiene problemas para entrar y salir del coche. Su postura y su forma de andar podrían ser diferentes a los de antes.

A continuación, describimos algunas situaciones que le han sucedido al equipo de Smiling Leash recientemente, que pueden ayudarte a identificar el dolor o la incomodidad:

  • Un perro comienza a ser "quisquilloso" con sus masticables; ya no mastica algunos de los masticables secos naturales que solía disfrutar. Está comiendo como de costumbre y su cuidador no ha notado ningún otro cambio. Algunas personas pueden pensar que el perro es simplemente un poco mimado. Pero alguien sugirió una revisión dental. De hecho, tenía un problema dental muy grave y doloroso. ¡Los veterinarios terminaron por sacar 12 dientes!
  • Alguien notó que su perro bebía más de lo normal. Visitaron al veterinario, solo para estar seguros. Curiosamente, encontraron un problema con la espalda del perro.
  • Un perro se niega a subirse al coche para irse a casa. Su cuidador cree que la perra se lo está pasando tan bien que no quiere irse. El veterinario descubre que el perro tiene osteoartritis del codo.

Hay muchos recursos excelentes sobre estos temas de parte de grandes profesionales que dedican sus carreras a mejorar la vida de los perros y su familia. Éstos son algunos de ellos:

Understand Animals

Canine Arthritis Management 

Estas dos increíbles organizaciones van a hacer un evento online sobre el dolor y comportamiento  el 17 de Junio 2021,  "Comportamiento anormal y dolor". Si quieres saber más sigue el enlace:



Nuestros perros no son super perros con superpoderes. Sí, tienen capacidades físicas asombrosas. Pero sus músculos y huesos están hechos exactamente de la misma materia que los nuestros. Sufren de calambres y rigidez muscular, esguinces, les duele el cuello, envejecen y sus sistemas se deterioran, como los nuestros. Cuando sucedan estas cosas, recuerda que la motivación de tu perro para estar contigo es extraordinariamente fuerte, y sufrirán mucho dolor o incomodidad solo por estar en su compañía. Nosotros somos los responsables. Nosotros tomamos las decisiones. Toma la decisión correcta para tu perro.

En caso de lesiones o sospecha de dolor, le recomendamos que consulte primero con su veterinaria. Tienen la capacitación para guiarlo y debería ser su primer punto de ayuda.

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