¿Cuántos sentidos crees que se estimulan en un paseo como este? ¿Y por qué es
esto tan importante? Sigue leyendo para obtener más información sobre la
integración sensorial y cómo puede afectar a nuestros perros.
Layka está disfrutando de este paseo mucho. Y
muchos otros perros también lo hacen. Pero no solo es divertido jugar así en el
barro. Puede ser una parte muy importante de la vida sensorial de los perros si
les permitimos experimentar el mundo a través de todos sus sentidos.
La información que los sentidos envían al
cerebro necesita ser procesada. Este trabajo cerebral es lo que hace que el
cerebro se desarrolle y funcione correctamente desde nuestros primeros años,
mientras crecemos y maduramos.
Los cinco sentidos de los que más hablamos son
la vista, el tacto, el gusto, el oído y el olfato. Estos cinco sentidos nos dan
información sobre lo que sucede en el mundo que nos rodea.
Dos sentidos muy importantes que reciben menos
mención son la propiocepción y el sentido vestibular. Estos dos sentidos nos
informan sobre el lugar en el que se encuentra nuestro cuerpo en el espacio y
sobre los movimientos que realiza el cuerpo. Incluso hay un octavo, el sentido
visceral, que nos habla de lo que sucede dentro de nuestro cuerpo.
No hay ninguna razón para creer que esto no se
aplica a los perros, ya que sus estructuras cerebrales básicas son las mismas
que las de los humanos.
Todos los datos de entrada de los sentidos se
procesan y luego se combinan con otros tipos de información sensorial para
lograr una comprensión más precisa de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Vamos
a ver más de cerca algunos detalles.
VISIÓN: Layka está viendo muchas cosas. El agua
en movimiento, todo la vegetación, el barro. Procesar todos estos diferentes elementos
es solo una parte de todo lo que sucede a su alrededor. Todo lo que ve
combinado con información principalmente derivada del sistema vestibular, de sus
articulaciones y músculos, le dará sentido a su comprensión de la situación.
SONIDO: Layka está escuchando a todos los
diferentes animales en el bosque, el agua corriendo y tal vez incluso la
respiración de su tutora. La combinación de esta información con la entrada del
sistema vestibular y también con los receptores de la piel permitirá una mayor
comprensión del mensaje.
SABOR: Layka puede saborear los sabores del agua
y el barro. La lengua puede diferenciar la composición del agua y determinar si
lo que está saboreando representa un riesgo para su salud. Y también decidir si
le gusta ese sabor o no.
OLOR: Segura que Layka puede oler todas las
diferentes partículas en esa agua. Y todos los olores de la vegetación a su
alrededor. Pero también las partículas que lleve el aire. Los olores pueden
crear recuerdos e influirán en nuestras preferencias. Ciertos olores pueden
tener un efecto muy fuerte, como el olor de la madre que significa seguridad; o
el olor de nuestra comida favorita.
TACTO: El tacto es un sistema enorme, de hecho,
su entrada en todo el aparato sensorial es primordial para el buen
funcionamiento del cerebro. La piel tiene muchos receptores que pueden sentir
la presión, el dolor, el calor y el frío, la textura de las cosas e incluso el
movimiento del cabello que crece en ella. Layka seguro puede sentir muchas de
estas cosas mientras juega con el barro. La temperatura de este, su textura, y
ella es capaz de determinar cuánta presión aplicar para poder excavar y tener
un impacto sobre él.
PROPIOCEPCIÓN (movimiento y posición): La
flexión, extensión, tracción y compresión de todos los músculos y
articulaciones dan información que el cerebro puede procesar y decirle a Layka
dónde está su cuerpo. Pero no es necesario que Layka se mueva para obtener
información propioceptiva. Quedarse quieto también enviará este tipo de
información al cerebro. Este sentido está ayudando a Layka a moverse, la está
ayudando a decidir cuánto extender o contraer sus extremidades para cavar en el
barro. Dónde tiene que colocar las extremidades y cuánta fuerza ejercer con
ellas. Todo ello sin ningún pensamiento consciente.
VESTIBULAR (gravedad, movimiento de la cabeza y
equilibrio): El oído interno es una estructura muy compleja que no solo nos
ayuda a escuchar, sino que también tiene dos tipos de receptores que se ocupan
de la gravedad y el equilibrio. Ayudan a Layka a determinar dónde está, si se
está moviendo o no y a qué velocidad.
Toda esta información es especialmente
importante para Layka en esta situación. Es probable que se deslice en el lodo
resbaladizo, y deberá poder permanecer estable y saber exactamente a qué
velocidad excavar y moverse para no terminar con el cuello en el lodo. ¡Aunque
a ella probablemente le encantaría eso!
La información de TODOS los sentidos es la que
da significado a los acontecimientos que experimentamos. Todos los sentidos
funcionan en capas y, a medida que los sentidos se desarrollan de manera
coordinada durante nuestros primeros años, cada una de las capas se completa
para lograr un cerebro sensorial en funcionamiento.
El desarrollo incompleto de cualquier capa
afectará a las siguientes y causará posibles problemas en el procesamiento de
alguna información sensorial. Esto, a su vez, puede afectar la capacidad de un
individuo para aprender y comportarse de manera normal.
Dejar que nuestros perros experimenten este tipo
de actividades no solo es beneficioso sino necesario para que puedan
desarrollarse plenamente y aprendan de todas estas experiencias de la forma en
que se supone que deben hacerlo. Y como dice Jean Ayres en el libro que
mencionamos a continuación, “a veces puede parecer que cuando un niño juega no
aprende nada, pero la verdad es que… está aprendiendo a aprender”. Si las
estructuras cerebrales básicas del perro y del ser humano son las mismas,
podemos cambiar fácilmente niño por perro y la frase anterior sigue siendo
verdadera. Experiencias como esta están ayudando a nuestros perros a
desarrollar sus cerebros de maneras que son muy importantes para nuestra vida
diaria juntos: para hacer frente a diferentes situaciones, aprender nuevas
habilidades e incluso superar los problemas de comportamiento a los que puedan
estar enfrentándose.
Sí, los paseos con barro son definitivamente
importantes. :)
Para conocer más sobre este fascinante tema
puedes leer el libro “Integración Sensorial y el Niño; comprender los desafíos
sensoriales ocultos” de Jean Ayres. Este libro se utilizó como referencia para
este artículo.