En el mes de Julio he finalizado el curso de capacitación del Principado de Asturias para perros de trabajo y utilidad. Como en todos los cursos anteriores lo he hecho con Rufus, este perro maravilloso que no deja de sorprenderme cada día. El curso ha estado enfocado a olfato y como Rufus tiene mucho de perro de caza, ha sido toda una revelación. Se le da de miedo, pero mas importante … como le gusta! Ya sabemos lo importante que es el olfato para los perros, como son capaces de distinguir olores que nosotros no podemos y como les ayuda a pensar y a gestionar el stress. El aparato olfativo ocupa una gran parte del cerebro del perro, cuando lo usan se concentran. Tenemos que empezar a enfocar la educación de nuestros perros como una actividad divertida y que mejor que combinar el aprendizaje, tanto de nuestros perros como nuestro, con ejercicios que fortalezcan nuestro vínculo y en las que nos lo pasemos bien trabajando juntos. Normalmente cuando educamos a nuestros canes siempre somos nosotros los que llevamos la voz cantante. Nosotros pedimos y el perro obedece. En el caso de los ejercicios de olfato, es el perro el que sabe mas que nosotros. Es una oportunidad de oro para dejarnos guiar por ellos y demostrarles que nosotros también confiamos en sus habilidades. Le damos a nuestros canes algo significativo que hacer. Para mi esto es el comienzo, una vez visto cuanto le gusta a Rufus buscar no voy a poder dejar de hacerlo. La satisfacción que siente cuando encuentra es premio suficiente y a mi me encanta verlo tan contento. Y además en este curso, Rufus se ha hecho super amigo de Zoe, una pastora australiana a la que le gusta tanto buscar como a Rufus. Creo que nos volveremos a encontrar buscando personas.